Cómo ser tanatólogo: la guía práctica
- publicado por Psicoescritor
- Categorías Psicología
- Fecha enero 31, 2023
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Toma nota de la siguiente guía y si al leerla, algo dentro de ti se ha sentido identificado, tal vez sea un llamado para prepararte en esta área.
1. Vocación ¿Un tanatólogo nace o se hace?
Cada experiencia negativa a la que nos aferramos, trae dolor que manifestamos a través de nuestro cuerpo (enfermedades, dolores musculares, etc.), la vocación del tanatólogo es servir de guía para ayudar a las personas a sanar de manera holística (cuerpo, mente y alma).
Un tanatólogo también prepara a los enfermos terminales y sus allegados, a aceptar la muerte como un proceso natural de la vida.
Es una vocación noble donde ayudar a los demás se vuelve lo más importante, por ello un tanatólogo se hace, eligiendo prepararse para poner su conocimiento a disposición del mundo.
2. Preparación: ¿Cómo ser tanatólogo?
Se puede estudiar una carrera universitaria, una maestría o diferentes diplomados.
La preparación profesional del tanatólogo viene del campo de la salud mental, siendo psicología y medicina las áreas que se inclinan por esta disciplina, sin embargo, profesionales de todas las áreas pueden especializarse para beneficiar su vida o la de los demás.
Recordemos que un tanatólogo busca sanar y antes de ayudar a los demás debe sanar sus propios procesos de duelo. Por ello es recomendable tomar una terapia previa al estudio de la disciplina y comenzar por diplomados, donde se pueden formar las bases.
3. Mente abierta a todo tipo de conocimientos
“Durante nuestra vida vamos teniendo diversas muertes, algunas pequeñas, otras no tanto. Sin embargo, cada una de estas pérdidas nos dan la oportunidad de vivir y crecer como seres humanos”.
Margarita Bravo (Revista UNAM,2006)
Patrones familiares, bioética, heridas de la infancia… ¿Te suenan? Son solo unos cuantos de los conocimientos que deberás adquirir para ser un tanatólogo. Los procesos de duelo son diferentes para cada persona y deberás tener paciencia, mucha paciencia y empatía, tanto contigo como con tus pacientes.
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