¿Cómo superar la muerte de mi pareja?
Escrito por: Ángel Bravo Benítez
Alumno de la Licenciatura en Psicología del IUCR
Duelo
Se puede entender el duelo como una respuesta emocional y natural del ser humano que tiene ante una pérdida. Por otro lado, una pérdida es la privación de algo que se mantenido, esta puede ser la relación que se tenía con una persona u objeto, también se puede definir como la destrucción de ese objeto o persona. Para entender mejor este concepto, Falagán (2014) define el duelo como la respuesta emocional humana única, universal y dolorosa que se produce ante la pérdida de una cosa, persona o valor con el que previamente se había establecido un vínculo afectivo (p. 5)
Esta es una experiencia multidimensional que vive todo ser humano, y que no solo afecta principalmente los aspectos biológicos y emocionales, sino también las acciones personales (por ejemplo, cognitivos, emociones, creencias) y comportamiento público que están mediados por distintos factores como la relación con el fallecido, el tipo de muerte, las variables sociales, las tensiones actuales, las redes sociales de apoyo con las que cuenta y la cultura inmersa en la persona.
Etapas del duelo.
Actualmente, se conocen las fases que vive la persona doliente una vez iniciado el duelo. Se les dice fase porque estas no tienen que seguir un orden, se puede iniciar desde la última fase hasta la primera o se pueden omitir algunas. A continuación, se mencionarán las fases de un duelo según su orden tradicional.
- Shock: Empieza desde el momento en que se recibe la noticia del fallecimiento de la persona, el individuo en cuestión puede presentar una serie de sensaciones y sentimientos. Este componente normalmente está asociado con estar inconsciente de la realidad.
- Negación: En esta etapa la persona puede experimentar la sensación, no alucinación, de que la persona fallecida le llamará o aparecerá ante él o ella.
- Depresión: Esta etapa no representa el trastorno de depresión, sino que más bien es una etapa donde se confirma el dolor de la persona al perder a su ser querido. Esta etapa puede durar una cantidad de tiempo indefinida según haya sido la relación establecida.
- Culpa: Surgen pensamientos repetitivos, y/u obsesivos, sobre lo que se pudo haber hecho para evitar el suceso, también se puede culpar a otras personas como el personal médico, familiares, desconocidos en caso de que haya sido un accidente e incluso uno mismo, que estuvieron en el contexto donde ocurrió el evento y supuestamente no se hizo nada para impedirlo.
- Ansiedad: Empiezan a surgir pensamientos sobre qué pasará en un futuro ahora que la persona fallecida no está. En caso de que la persona haya formado parte del núcleo familiar, puede haber problemas emocionales o económicos. El miedo a la soledad se hace más evidente.
- Aceptación: Esta es la última etapa donde el individuo finalmente ha aceptado la realidad y la ausencia absoluta que dejó esa persona.
La muerte de la pareja.
El fallecimiento de la pareja implica la pérdida de un compañero de vida, la persona con la que se vivió en los primeros años de vida ajeno al seno familiar y, en algunos casos, el pilar fundamental en la formación de una nueva familia.
Ante el fallecimiento de la pareja, el doliente teme enfrentar su vida solo, pues toda su vida en general se vuelve más abrumadora, al mismo tiempo, se enfrenta a la soledad, pues al perder a la pareja, se pierde al compañero de cama, al amigo/a, al confidente, a la madre o padre, al proveedor de la familia, etc.
Tareas del duelo.
Una vez explicada las fases del duelo, algunos autores destacan este modelo cognitivo para que el doliente trabaje y supere el duelo.
- Aceptar la realidad de la pérdida: Además de los rituales o funerales que se realizan, otra actividad recomendada que se puede hacer después del funeral se recomienda escribir una carta a la persona fallecida, esto ayuda al doliente a expresar sus sentimientos a la persona fallecida.
- Elaborar el dolor de la pérdida: Es importante que la persona pueda expresar sus emociones que sienta acerca de lo sucedido, en este punto es importante contar su día a día con una persona de su confianza y que no los juzgue.
- Adaptarse al medio en que el fallecido está ausente: Esta es la tarea más difícil que puede enfrentar la persona, porque implica cubrir el rol que el fallecido desempeñaba, por esto, es importante que la persona busque como cubrir ese rol ya sea por su propia cuenta o igualmente con la ayuda de amigos y familia.
- Recolocar emocionalmente a fallecido: Durante esta tarea se le tiene que dar un lugar adecuado al fallecido, donde la persona pueda recordarlo sin dolor y sin renunciar a él o ella. Muchas personas, suelen guardar un objeto personal de la persona fallecida o le hacen un pequeño altar con su foto a modo de recordarlo. William Worden (citado en Morales, 2020) menciona que esto le da a la persona un sentido de responsabilidad en su recuperación y un sentido de fortaleza.
Referencias:
Castro González, M. (2007). Tanatología. La familia ante la enfermedad y la muerte. Ciudad de México: trillas.
Falagán, N. (2014). El duelo: Diagnóstico y abordaje del duelo normal y complicado (pp. 1-29). México: Lourdes Álvarez Trigueros. Morales, G. (2020) Las cuatro tareas del duelo de William Worden. Disponible en: https://menteycorazon.com/tareas-del-duelo-de-william-worden/